KARATE

1937_shuri_practice
Durante el siglo XIX, Shuri-te y Naha-te se desarrollaron aún más hasta convertirse en formas peculiares del karate de Okinawa. El estudio del karate seguía limitado a la clase samurai, practicándose en el más absoluto secreto. Cuando en 1875 finalizó la ocupación por Satsuma y Okinawa fue reconocida oficialmente como parte del Japón, no hubo necesidad de seguir manteniendo las prácticas en secreto. Sin embargo, el karate no llegó a ser popularmente conocido hasta que en 1904 fuera introducido como requerimiento de educación física en las escuelas públicas de Okinawa. El desaparecido Anko Itosu, uno de los más grandes karatecas contemporáneos, introdujo el karate en las escuelas, logrando de esta manera una de las contribuciones más importantes al desarrollo del karate feudal como arte marcial de tipo deportivo. Itosu entrenó a un cierto número de eminentes karatecas, entre los que puede mencionarse a Gichin Funakoshi, Kentsu Yabu, Chomo Hanashiro, Chotoku Kyan, Moden Yabiku, Choshin Chibana, Shinpan Gusukuma, Anbun Tokuda y Kenwa Mabuni.
En 1925, Gichin Funakoshi [el Maestro Funakoshi viajó a Tokyo en 1917 y 1922, siendo el primero en traer Karate a Japón, Motobu llegó en 1925 y se estableció en Osaka por respeto a Gichin Funakoshi] y Choki Motobu fueron a Tokio y Osaka (Japón) para determinar la opinión que pudiera tener el público con respecto al valor del karate de Okinawa. La introducción del karate en el interior del Japón marcó el comienzo de la difusión de este arte marcial por el mundo entero. En 1931 la Nippon Butoku Kai, organización formada para identificar y sistematizar las artes marciales del Japón, adoptó oficialmente la práctica del karate. De esta manera, el karate dejó de ser un arte marcial practicado a escondidas y en lugares muy limitados de Okinawa, ganando así su debida posición entre las otras artes marciales japonesas.
En el momento de su introducción en el Japón, el arte marcial de autodefensa okinawense se llamaba To-te (manos chinas) o karate (manos vacías). Durante la década 1930-1940 los karatecas insistieron en que debería llegarse a un acuerdo general en cuanto al nombre a asignar a este arte de auto-defensa [pues el Maestro Funakoshi había decidido reemplazar el ideograma «kara» chino por el de equivalente pronunciación japonés, además de llamar el arte un «do», el conflicto y controversia que esto generó se materializó en una disputa en forma de artículos en un diario, que terminaron con Funakoshi convenciendo a sus rivales de sus razones para el cambio]. En una reunión realizada en 1936— patrocinada por Chofu Ota, jefe editor de la Ryukyu Shinpo Press— Chojun Miyagi, Chomo Hanashiro, Choki Motobu y Chotoku Kyan acordaron que este arte debería llamarse karate, significando “un arte de auto-defensa con las manos vacías” o “arte de autodefensa sin armas”.